sábado, 19 de febrero de 2011

La grandeza de la experiencia.


Nunca se para de crecer... Y se crece cuando se aprende algo nuevo. Hoy es hora de aprender que olvidar no nos ayuda, y marchar sin volver la vista aún menos. Debemos mirar atrás antes de cada paso para no tropezar con la misma piedra dos o más veces, avanzar con la seguridad de la experiencia, sorteando lo vivido y archivando toda suerte de nuevos obstáculos que puedan hacernos crecer. Hoy es hora de aprender que para sentirnos mejor no es necesario olvidar, sino asumir. Que cuando nos duele el ser la mejor medicina es hacerlo algo nuestro, asumir consecuencias que, en un futuro, serán la vacuna que prevendrá catástrofes en nuestro estado de ánimo.
Cada surco que marque nuestra tez en el hastioso futuro, será una marca del sorteo del tiempo, una página escrita en nuestro libro, que podremos releer cuando nos encontremos bloqueados ante los obstáculos, para aprender de nosotros mismos que la vida se basa en la experiencia, que hay que vivir y arriesgar, dejar atrás el miedo a equivocarse porque, sin duda, equivocarse es invertir en nuestro futuro de una forma totalmente segura.

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