viernes, 25 de marzo de 2011

¿Quién se ha llevado mi queso?


Sabes que es amor cuando no hay más brillo que el de sus ojos. Cuando todos tus pasos acaban frente a ellos. Cuando todos tus sueños no son capaces de ver más allá de su nombre. Cuando te dispones a dejarlo todo de lado, a cambiar tus planes y a dibujar una vida que no es la tuya, por el simple hecho de poder besarle la frente al despertar cada día. Cuando, con todo esto, sin necesitar nada más, te sientes feliz.

Hace tiempo que perdí de vista mi queso. He corrido a buscarlo, y en la búsqueda lo he olido muchas veces, he cerrado los ojos y lo he saboreado. He vivido en la ilusión, creyendo saber dónde se encontraba, segura de poder alcanzarlo en cualquier momento. Siempre he creido que mi queso estaba en un lugar fijo, para no moverse nunca. Creí que me estaba esperando en una vida fija, donde mis sueños no iban más allá de una vida hierática y monótona, con una familia feliz y alguien con quien despertar cada mañana. Pero, al abrir los ojos, un día, dejé de saborear el queso. Ni tan siquiera podía olerlo.

Comencé a sentirme vacía y, aunque tarde, comprendí que mi queso estaba muy lejos del amor y la estabilidad. Que mis sueños sabían ver mucho más allá del amor, y que el vacío que sentía me indicaba que eso no es para mi.

Quizás, cuando mi queso se canse de viajar, decida pararse junto a algún corazón. Hasta entonces, correré tras él, me dejaré llevar, sin pausa, pero sin prisa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una duda que tengo ¿el queso se refiere a la felicidad? creo que es lo que he entendido, pero no sé si estoy en lo cierto, me ha gustado mucho ese símil.

Mari Carmen Rueda dijo...

Si, el queso viene a referirse a la felicidad! "¿Quién se ha llevado mi queso?" es el título de un libro en el que se habla de eso mismo, de perseguir y buscar la felicidad, así que no puedo atribuirme el mérito de ese símil ;)